DTM
Puede sonar difícil de creer, pero la forma en la que usted muerde puede ser la causa de su dolor o molestias. Cuando la mordida no es la correcta, los músculos de la masticación se fuerzan para obligar a nuestros dientes a masticar, esto con el tiempo ocasiona alteración en la forma de la ATM y posición del disco, además tensión, fatiga y dolor muscular.
Las articulaciones de la mandíbula llamadas Articulaciones Temporomandibulares (ATM) son las que unen la mandíbula con la base del cráneo y nos permiten abrir, cerrar y lateralizar la mandíbula cuando comemos o hablamos. Las ATM trabajan en armonía con los músculos y dientes, sin embargo cuando esta se pierde, puede generar una sintomatología dolorosa e incapacidad funcional de la mandíbula, llamada disfunción temporomandibular (DTM)
La DTM si bien empieza inicialmente como una molestia menor en las articulaciones con el tiempo puede transformarse en una sintomatología compleja difícil de identificar, especialmente porque afecta estructuras del cuerpo alejadas de la zona de las articulaciones o de los maxilares. Dentro de los signos y síntomas más frecuentes tenemos:
- Dolor a nivel de las ATM
- Dolores de cabeza tipo migrañas
- Ruidos articulares al movilizar la mandíbula
- Congestión y taponamiento en los oídos
- Tinitus (zumbido en los oídos)
- Vértigo (mareo)
- Problemas de postura
- Dolor en los hombros, la espalda y el cuello
- Dificultad para masticar
- Dificultad para deglutir
- Apertura limitada de la boca
- Adormecimiento de brazos y dedos de las manos
- Dolor facial no específico
- Apretamiento de los dientes
- Dientes desgastados, astillados o agrietados
- Restauraciones dentales agrietadas, astilladas o rotas
- Neuralgia del Trigémino
Esta es la razón por lo que miles de pacientes que presentan algunos de los signos y síntomas de DTM van de un médico especialista a otro, tomando fármacos potentes, sin conseguir alivio; incluso, se someten a cirugías innecesarias cuando el dolor se vuelve insoportable o por último acuden a psiquiatras, que lamentablemente no pueden ayudarles porque ellos no están preparados para reconocer los problemas funcionales del sistema masticatorio.
Aunque estudios recientes están relacionando la DTM con la apnea de sueño, la falta de oxígeno que genera este trastorno, ocasiona que el paciente empiece a bruxar o moler los dientes por las noches, degenerando con el tiempo en una fatiga muscular, desgaste dental, sintomatología a nivel de la ATM y mal ajuste oclusal, lo que conduce a una DTM.
Gracias a la preparación recibida en esta área y a la tecnología tipo scan mandibular, electromiografía, sonografía articular y tecnología transcutánea no invasiva, podemos tratar eficientemente los DTM, a través de la reposición mandibular hacia un lugar correcto para evitar presiones inadecuadas sobre las articulaciones, mejorar la eficiencia de la masticación, ayudar a liberar la vía aérea y mejorar indirectamente la salud de todo el organismo.
Si usted padece cualquiera de estos síntomas no dude en consultar con nosotros, podría estar teniendo un problema de DTM mal diagnosticado.
- Dolor en las ATM
- Dolor facial
- Dolor en la espalda y cuello (dolor cervical)
- Problemas de postura de la cabeza (muy hacia adelante)
- Dolor en la cara
- Apertura limitada de la boca ("mandíbula bloqueada o trabada")
- Dolores de cabeza (de tipo tensional)
- Dolor en los músculos que rodean las ATM
- Dolor en la parte posterior, lateral o frontal de la cabeza
- Dolor por debajo de los ojos
- Dolor detrás de los ojos
- Múltiples formas de mordida y que cambian continuamente
- Apretamiento dental / bruxismo
- Tener los dientes sensibles al frío
- Desviación de la mandíbula a un lado
- Bloqueo de la mandíbula al abrir o cerrar
- Zumbido, congestión o dolor de oído
- Síntomas parecidos a una sinusitis
- Mareo o vértigo
- Alteraciones visuales
- Sensación de hormigueo en los dedos y las manos
- Insomnio - dificultad para dormir
- Fatiga muscular y el cansancio
Los pacientes adultos con dientes desalineados y mala mordida generalmente tienen dificultad para hablar con claridad, masticar adecuadamente y aun respirar bien por las noches, disminuyendo su calidad de sueño y por ende su descanso, por lo que el tratamiento de corrección de la mordida no es solo cosméticamente agradable sino también saludable.
Corregir la mordida consiste en obtener a través de procedimientos no quirúrgicos e invasivos, una mejor relación dentaria y sobre todo de los maxilares, moviendo la mandíbula a una posición ideal, mejorando la función masticatoria, de las vías aéreas y de las articulaciones temporomandibulares (ATM), que muchas veces ocasionan desordenes serios a la salud general como la DTM, insomnio y AOS.
SOBREMORDIDAS
Los pacientes con sobremordidas aparentan tener una cara corta y redondeada, con dientes superiores sobresalidos con respecto a los inferiores y una mandíbula ubicada hacia atrás, haciendo que el mentón parezca más pequeño, lo que ayuda a que el perfil luzca convexo y poco atractivo.
Los problemas respiratorios son comunes en estos pacientes, así como problemas de sueño, ronquidos y AOS, además de un mal funcionamiento de las ATM, son frecuentes las dislocaciones por bostezos y los ruidos articulares al abrir o cerrar la boca.
La odontología neuromuscular busca mover la mandíbula a una posición saludable y a la vez corregir la mordida, aliviando todos estos síntomas, utilizando tecnología de punta y métodos no invasivos. El mentón recupera su tamaño y ubicación más adelantada haciendo que el rostro y perfil facial sea más armónico y agradable, solo en pocas citas, ahorrando tiempo y molestias al paciente.
Una mordida invertida o maloclusión de clase III, ocurre cuando la mandíbula crece hacia adelante y los dientes inferiores sobrepasan a los superiores, el mentón luce prominente y el maxilar superior hundido, el perfil cóncavo y el rostro desproporcionado y poco agradable.
En las mordidas invertidas severas está indicado la cirugía ortognática o el camuflaje ortodóncico neuromuscular, resolviendo primero el problema de la mordida y la ubicación de la mandíbula en su posición ideal. Para casos moderados y leves la odontología neuromuscular es una buena elección, ya que a través de procedimientos no invasivos ni dolorosos podemos ubicar la mandíbula en una mejor relación con el maxilar superior mejorando a la vez la mordida y las proporciones faciales. La sonrisa de los pacientes ahora mostrará los dientes superiores como se recomienda, para que el rostro luzca más joven y atractivo.
Las mordidas cruzadas pueden ser de origen óseo o funcional. Cuando la causa es ósea la solución es someterse a un tratamiento de ortodoncia neuromuscular y si el problema es demasiado severo a una cirugía ortognática. Cuando la mordida cruzada es de origen funcional debido a interferencias dentales durante el cierre, la corrección de la mordida de manera no invasiva, con menos riesgos, más rápida y sin dolor es una alternativa que nosotros podemos ofrecer.
Conservar una mordida cruzada posterior puede ocasionar varios inconvenientes y problemas para la salud, como mal funcionamiento de la ATM, desgaste de los dientes, mala digestión y pronunciación, pero sobre todo deformaciones faciales. Nuestra experiencia en el manejo de los músculos faciales y de la masticación nos permite devolver la armonía a esos rostros asimétricos, utilizando tecnología de última generación.
La mordida abierta se produce cuando los dientes anteriores del maxilar superior no entran en contacto con los dientes anteriores de la mandíbula y al morder queda un espacio entre ellos. Como consecuencia de la falta de oclusión anterior, los problemas fonéticos y de masticación son serios, la ATM no funciona adecuadamente, sufren de ronquidos y AOS, además la estética facial está comprometida.
La etiología de la mordida abierta puede ser por factores locales como respiración bucal, interposición lingual, deglución atípica, succión digital, alteración en la erupción de los dientes; o por factores generales como defectos congénitos.
El tratamiento al cual puede someterse este tipo de pacientes pasa por tratamientos de larga duración como la ortodoncia neuromuscular y para casos severos la cirugía ortognática. La otra opción más corta, no invasiva, no quirúrgica e indolora es la reposición mandibular para encontrar una nueva mordida, más saludable, estética, que nos permite también mejorar la armonía del rostro y el perfil facial.
Una vez que ubicamos la mandíbula en su posición correcta, reconstruimos la mordida y los dientes, para que el paciente sepa cuál será el resultado y entienda que no se trata de un simple procedimiento cosmético, sino de ubicar los maxilares en una nueva y mejor relación que se verá reflejada en una mejor proporcionalidad del rostro, que lo ayudará a resolver sus problemas de pronunciación, mejorar su masticación y función de las articulaciones.
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